- Selene Fernández
La industria de la moda cada vez crece más, solo el año pasado aumentó en un 60% en el Perú según la Cámara de comercio en Lima. Sin embargo, junto con el incremento también las personas deseosas por estar al corriente con la última prenda en tendencia como: polos, pantalones, zapatillas, zapatos y carteras.
Sus ganas los lleva a buscar réplicas de las grandes marcas y pasan de Gucci a ‘Guchi’ o de Adidas a ‘Adibas’ claro que con tal de llevar los diseños parecidos son capaces de ignorar la pequeña letra que cambia en la marca. Por otro lado, existen réplicas A1 que cuestan un poco más que los productos que tienen la intención de diferenciarse como un short de Nike con el logo del check volteado, pero las réplicas como su nombre lo dice son muy semejantes y son los pares de zapatillas y carteras que más abundan en Gamarra.
La venta de estos productos es ilegal y eso es evidente, pero si aún sigue vigente el comercio de las réplicas es porque existe una alta demanda y aunque esté mal el acto de venderlos, el peso de la responsabilidad recae de igual manera para las personas que colaboran comprando. La moral de las personas es un punto importante dentro de este mundo porque los lleva a pensar que apoyar la compra y venta de estos afecta realmente a las marcas y como ejemplo tenemos la demanda de Nike y Valentino a Amazon por ser una vía para este negocio.
En un informe realizado en el 2021 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) demostró que la gran parte de productos falsificados son incautados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. Los vendedores deberían ser conscientes que le podría afectar en gran magnitud porque están infringiendo derechos de autor y derechos de marcas comerciales.
Si usted es uno de los que consume estos productos y no sabía todo lo que había detrás de ello, ahora conoce y sabe que estaba participando en la ilegalidad, así que espero todos los lectores puedan tomar consciencia y no sigan contribuyendo estos actos.
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